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La familia de Sedna tiene una posada, y es costumbre que luego de la misa matutina, se organice un gran almuerzo en el comedor de la casona. Cada uno de los huéspedes es libre de participar y si lo desea, colaborando  con algún alimento que la madre de Sedna prepara en su pequeña pero acogedora cocina. También es costumbre que su padre salga de cacería nuevamente y ofrezca la presa como plato principal a modo de obsequio (si la temporada lo permite). 

Si el clima esta bueno, a Sedna le gusta salir y armar algún muñeco de nieve. Los huéspedes suelen unirse y al final del día, se premia al muñeco más bonito con una cesta de dulces caseros.

He desempolvado los lápices ;v; ...